Medidas: 17 × 4 cm
Esta pieza recrea un cuenco del siglo XVII, una de las formas más emblemáticas de la cerámica manisera. Los motivos florales, dispuestos en una composición en cruz, y el reflejo metálico dorado-cobrizo transforman la superficie en un juego de luces y transparencias.
Reinterpretado por Arturo Mora en su taller de Manises, el cuenco conserva el espíritu de los antiguos maestros que elevaron la loza valenciana a símbolo de prestigio en toda Europa.